El niño con síndrome de Down presenta una serie de alteraciones en la boca que son muy características: por un lado es frecuente que tengan una lengua grande y fisurada y que sus labios también puedan estar fisurados y bastante secos. Suelen tener tendencia a boca seca y es característico que tanto los dientes de leche como los permanentes erupcionen con bastante retraso.
Con respecto a las encías, todos los estudios sobre el tema han concluido que los pacientes con síndrome de Down tienen asociada la aparición de una enfermedad periodontal de forma temprana; es decir, casi el 100% de los pacientes con este síndrome han desarrollado periodontitis antes de los 30 años. La aparición de la misma se observa ya en niños pequeños, incluso en dientes de leche. Los dientes que primero se afectan suelen ser los incisivos inferiores, de forma que éstos suelen ser los primeros dientes que pierden. Hay estudios que observan la existencia de bolsas periodontales en el 36% de los niños con síndrome de Down menores de 6 años. Esta precoz aparición de problemas en las encías es debida a alteraciones en los leucocitos y en los linfocitos, inherentes al síndrome, que les hacen más susceptibles a las bacterias de la boca.
Es fundamental, por tanto, que los padres conozcan esta situación desde el principio, porque para controlar de la manera más adecuada al niño, es imprescindible un muy buen control de placa, y aquí es primordial la motivación de los padres, que tendrán que estar muy pendientes de cepillar correctamente a sus niños. Es necesaria también la realización de visitas preventivas al dentista cada 6 meses desde los 3-4 años. En estos casos, la prevención es fundamental, para evitar tratamientos extensos que en su caso puedan ser de mal pronóstico.