Medicina Oral

Medicina Oral

La Medicina Oral es la especialidad de la odontología que se encarga del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades orales primarias (cuyo origen es la boca) o secundarias (aquellas enfermedades generales que repercuten en la boca), y que afectan a estructuras de la cavidad bucal y/o estructuras adyacentes.

Esta área de la salud se sitúa entre la odontología y la medicina, ya que diagnostica y trata pacientes con condiciones médicas complejas e interactúa con diversas especialidades como periodoncia, cirugía maxilofacial, odontología geriátrica, odontopediatría, patología oral y general, dermatología, otorrinolaringología, reumatología, gastroenterología, medicina interna y oncología.

Además del diagnóstico y tratamiento de las diferentes patologías orales, en Medicina Oral, la prevención y el diagnóstico precoz del cáncer oral es uno de los objetivos prioritarios de la especialidad.

Qué haremos en consulta

En primer lugar, debemos llegar a un correcto diagnóstico de la patología que presenta nuestro paciente, para ello, realizaremos una exhaustiva historia clínica acompañada de una exploración clínica intra y extraoral de la cavidad oral (labios, lengua, mejillas, paladar y suelo de boca) así como del cuello.

En algunos casos es necesario realizar pruebas complementarias como un estudio radiográfico, examen microbiológico o biopsias para poder llegar a un diagnóstico más certero y poder aplicar el tratamiento adecuado.

¿Cómo se tratan las lesiones o enfermedades orales diagnosticadas?

Los tratamientos, en Medicina oral, pueden ser farmacológicos o quirúrgicos en función de la causa y tipo de patología. Parte fundamental en el éxito del tratamiento es integrar en el mismo actuaciones de control de posibles factores de riesgo locales y sistémicos, que pueden ser causa o factor agravante de la lesión o patología a tratar, haciendo hincapié en la cesación tabáquica.

Según la naturaleza de la patología y si ésta implica un carácter sistémico, puede precisar, además de nuestro tratamiento y control periódico, la aplicación de terapias multidisciplinares y la valoración junto con otros especialistas médicos con los que se mantendrá una colaboración estrecha para el control adecuado de la patología de nuestro paciente.

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